I [PROFFESOR]

Andaba por el pasillo hacia la clase recordando divertido los incidentes de la mañana. Realmente “mi querido” Greenwood había tenido su minuto de gloria y de chapuza, todo a la vez, en mi clase. Realmente le estaba observando con detenimiento mientras hacia su experimento el solita, pensaba que lo haría mejor, pero aun así era una gran excusa para mirarle. Sí, el chico no tenia desperdicio. Aun así, cuando veo lo que se propone mi cara se pone algo confusa y cualquiera me pudiera estar mirando habría dirigido su vista hacia donde apuntaba la mía. Justo en ese instante, una alumna tenía dudas y mientras se las esclarecía se montó el embrollo: Demian había incendiado “sus deberes”. Aun así, el joven sabia como apagarlo y no dudo en coger el extintor. Eso era un punto a su favor, pues los jóvenes miedicas y escandalosos lo ponían de los nervios. Aun así debía de castigarlo, al menos, delante de la clase no fuera que a los demás le diera por quemar cosas. “Te quedas después de clase, bombero” le había dicho divertido para la sorpresa de varios alumnos que se esperaban que le montara un pollo de los buenos; pero ni había habido heridos ni los dañas eran graves… no había que sacarlo de contexto.

Ya entes de abrir la puerta me había parecido escuchar música, pero al abrirla lentamente, con curiosidad y sin ganas de alertarle, me di cuenta de que sí era él quien cantaba a pleno pulmón y bailaba y limpiaba… chico eficiente. Una sonrisa medio divertida, medio burlona y con un trasfondo seductor se instaló en mis labios y entre con algo más de sonora, para que se percatara de mi presencia. La letra de la canción no se me había pasado desapercibida y eso solo hacía que el trasfondo seductor fuera más visible.-Bonita voz-dije tan solo sentándome en la mesa del profesor y dejando allí mi maletín.-Solo tienes que limpiar el laboratorio, pero si tus compañeros preguntan, también has hecho el inventario-comenté guiñándole un ojo.-ABBA, buena elección-añadí en casi un susurro.