'Cause i lost my head since the first time i meet you.- [Rol personal]

Era uno de mis tantos días de soledad. Mis padres estaban lejos de viaje y Nancy no había aparecido por ningun lado y mis amigos... bueno, no sabía nada de ellos, pero provablemetne ahora no estaba de humor para preguntar por ellos. Así que me levanté de mi cama muy tarde, ya había pasado el medio día y en verdad no me importaba. Salí de la calentita cama y me dirigí a la ducha. Me bañé rápidamente y me puse la ropa interior, unos pantalones de jean algo ajustados y una camisa a cuadros. Me acomodé el pelo y me cepillé los dientes. En mi cuarto me puse mis zapatillas Converse y bajé a la cocina. Obviamente no encontré a nadie, por lo que me decidí a salir.

Cerré la casa con llave y le puse la alarma. Me subi en mi coche y en pocos minutos ya estaba arrasando la acera. No me importaba ir rápido, la velocidad era algo que me fasinaba, y por qué no hacerlo cuando me sentía mal? Sonreí con fingida satisfacción y manejé hasta el bar Starbuck's. Aparqué mi coche en el estacionamiento y me bajé dando un portaso. Le puse el seguro y entré en el cafe, sentandome en una mesa para dos, solitario, apoyando mi rostro contra la ventana.

El tiempo pasaba, y yo no había tomado nada más que un cortado. Ya había pasado más de una hora, y estaba totalmente harto, pero no tenía ganas de moverme de mi asiento. Realmente no tenía ganas de hacer nada, el mundo apestaba... o al menos eso era lo que parecía para mi, que solía exagerar las cosas hasta un punto en que ya no se que es parte de la realidad, o cuando estoy actuando.

Tomé mi último sorbo del cortado y pensé en dirigirme hacia la barra a pagar la cuenta. Se la pedí a una camarera y me dijo que en seguida me la traía, así que me senté en un taburete. Me sorprendi al escuchar que un chico (muy guapo a decir verdad) muy bien vestido, le hablaba con acento inglés a la camarera. Una sonrisa se extendió por mi rostro, era inglés igual que yo. Me decidí a hablarñe -Excuse me- Le dije con un espectacular acento británico -Eres inglés ?- Comenté alegre..

Sonreí sin esconder cuan grande era cuando el me respondió con el mismo tono británico que yo. Eso me agradaba totalmente, me hacía renacer mis últimos años vividos en Inglaterra, que fueron los que mejor pasé en mi vida.
-La agardable sorprese es mía- Le dije mientras a él le daban su pedido. Fue la primera vez que pude observar bien al chico. Se notaba que debajo de la ropa tenía un físico bien formado. Sus rasgos eran dulces y harmoniosos. Era muy bonito a decir verdad, demasiado para mi.

Estreché su mano alegre y asentí caundo me dijo su nombre -David, Davir Russó. Encantado de conocerte Demian- estaba estrechando su mano, sin querer soltarla en verdad, su suavidad era increíblemente atractiva -Pues si... estaba algo triste, ahora estoy un poco mejor. Puedo contarte la razón, pero tendría que contarte la historia de mi vida- Le dije sonriéndole mientras nos sentabamos en las sillas. Observé como se mordía el labio inferior e inmediatamente me llevó a hacer lo mismo, sin poder evitarlo. Miré hacia la ventana para disimular

Miré como su mano se acercaba a mi hombro y le sonreí, asintiendo con la cabeza, dándole a entender que le contaría cual era mi historia...
-De acuerdo, te lo contaré. Nací hace 17 años atrás en Inglaterra. Mis padres estuvieron presentes ese tiempo, pero cuando cumplí 3 años comenzaron a ser gente muy poderosa en Londres y comenzaban a abandonarme por trabajo, así que me dejaban con nuestra criada, Nancy. Luego de conseguir mucho dinero, ellos comenzaron a viajar por todo el mundo, abriendo nuevos negocios y firmano nuevas relaciones. Cada vez que nos mudabamos yo tenía que aprender un idioma nuevo y rehacer mi vida, todo por ellos. Y este último año he decidido venir a vivir sólo... pero me pone triste no verlos. No quiero hacerlo, pero ya sabes, al fin y al cabo sin mis padres- Dije haciendo una mueca de dolor y tristesa. Escuché lo que decía y una risa que no era la mía salió de mi boca, mientras le sonreía al chico que parecía de lo más agradable
-Graciosa presentación... a mi me pareces todo lo contrario, me pareces hasta...- Oh no... me habían agarrado uno de esos ataques de desverguenza de cuando estaba triste, nada me importaba -Lindo- concluí ligeramente mientras observaba por la ventana a las personas que pasaban.

.No me averguenzo Dem, puedo llamarte Dem, cierto ?- Le dije mientras miraba por la ventana -Es sólo que... nunca tuve a mis padres- Ahora lo miraba a él, mientras hacía una mueca poniendo la boca de lado.. Era un chico muy agradable y confiable. A pesar de que nos conocíamos hace poco, algo en su mirada me transmitía seguridad.

-Gracias, aunque te equivocas Dem, yo no soy alguien lindo- Dije ladeando mis ojos y luego hechándome a reír con lo que decía -Está bien que lo sepas, pero a veces es lindo que se lo recuerden a uno- Le dije con una sonrisa, y luego mis ojos brillaron con deseo al observar por primera vez su boca.

Por lo que vi estaba a punto de contarme su historia, así que apoyé mi cara sobre mi mano derecha y lo mire a los ojos, dispuesto a escucharlo. Cuando comenzó a contar su historia, me di cuenta que los dos teníamos una vida bastante trágica. Asentí cuando dijo lo de su madre, la connocía, era muy reconocida en Inglaterra. Instintivamente, para demostrarle mi aopyo, puse mi mano sobre la de él, y al segundo, la retiré con un rubor en mi rostro -Siento que hayas tenido una vida así Demian, a veces pasan cosas que nosotros no podemos controlar- Le dije mientras veía como se mordía el labio para evitar la tristesa y su mano se posaba sobre mi hombro
-Me alegro entonces de tenerte a mi lado. Yo no creo que tenga que recordarte que tan lindo te ves siempre- Le dije haciendo una mueca poniendo mi boca de lado y luego acercandome un poco más a él, para hablar en un susurro -Quieres que nos quedemos aqui, o prefieres ir a un lugar.... con menos gente ?- Le dije buscando las palabras adecuadas, para no sonar desubicado.

-No dije que te moleste, pero como ya lo das por sabido, lo lindo que eres, lo bueno, comprensivo y... tierno, no creo que haya necesidad de repetirtelo, entiendes?- Estaba siendo demasiado directo, pero en realidad no me importaba. Desde que lo había visto entrar, mi corazón se había acelerado, tendría que conocerlo mejor... Me mordí el labio inferior y lo dejé que tomara mi mano.
-Claro, termina tranquilo tu Latte. Por cierto, yo tampoco conozco mucho la ciudad. Conozco Starbuck's, Mcdonald's y mi casa, la cual por cierto ahora está con algunas reparaciones- Le dije mintiendo un poco, conocía más lugares, pero quería más intimidad, tal vez su casa o no lo se, el cine, algo que se le ocurriera, quería estar a solas con él. Miré sus labios con deseo y luego corrí la vista hacia la calle

Cuando dijo lo de su apartamento, intenté no hacer ningún gesto que me delatara o me llevara a demostrarle que eso era lo que quería, sólo le sonreí levemente y me hice el humilde -Oye... seguro que no hay problema de ir a tu departamento ? sino podemos caminar y buscar otro sitio- Le dije ahora mordiendome el labio, sin disimular que si quería estar en su casa, con él, a solas y que pase cualquier cosa, este chico había hecho latir mi corazón muy fuerte desde el momento en el que entró al cafe...
-Well... tu eres también la persona más agradable que conocí en todo el tiempo que pasé aqui, y me encantaría pasar la tarde contigo. Todas las propuestas que me hiciste, son buenas- Le dije con una sonrisa en mi rostro y algo de rubor.
Le hice señas a la camarera para que nos venga a cobrar. Le dejé algo de propina. Miré a Dem y le dije -Bueno... nos vamos ?- Le dije aún sin soltarle la mano

-Eso como tu quieras... a mi también me gusta caminar, así que no es ningun problema. Ah... vives con tu hermano? no sabía eso- Le dije con una sonrisa... mejor que el hermano llegara tarde, quería que tengamos todo el tiempo para nosotros, disfrutar cada segundo pasado con él hasta llegar al punto máximo juntos. Ese pensamiento me hizo sonrrojarme un poco, así que supuse ue me vería tonte de un color rosado, sin en verdad tener una razón aparetene... o eso es lo que creería Dem. Me dejé llevar por el de la chaqueta y cuando me abrió la puerta con caballerosidad le sonreí... era tan ingles... estaba... tan bueno. Me mordi el labio inferior y reí por su comentario -Pues no, en este pueblo no es normal ver chicos tomados de la mano... pero... ¿Qué nos importa?- Le dije mientras tomaba su mano, entrelasando sus dedos con los míos y sintiendo aquella conexión especial. Lo miré a los ojos y le sonreí. Iba a ser una noche muy larga.

Sonreí cuando cruzamos la calle y el apretó mi mano. Este chico me hacía sentir tan querido y tan especial, a pesar de que aún no había pasado nada entre nosotros.
-Yo soy tierno? te has fijado en ti mismo. Eres super lindo, cariñoso y caballero... eres todo lo que una chica... o un chico podría pedir- Le dije sonrrojado. La verdad era que me gustaba muchísimo. Cuando la gente pasaba y nos miraba, el apretaba mi mano, haciendo que yo me derritiera por su ternura
-No... esta es la primera vez, y me encanta- Le dije sonriendole de lado