Una segunda oportunidad?*Dave

Que difícil era volver a este lugar. Pero que mas podía hacer, tarde o temprano tendría que estar de nuevo en la ciudad que me había dado lo mejor de mi vida y a la vez me la había arrebatado pero eso no importaba ahora. Estaba por ser mayor, nada me podía cambiar ahora. Era la típica chica divertida que le gustaba hacer lo que mas quería, las fiestas, pero solo algo le faltaba a mi vida. Suspire y al llegar al parque luego de dejar todo en mi casa camine por sus caminos viendo los arboles. El sol parecía esconderse de mi tras las copas de los arboles.
Me senté en un banco y me quede admirando la belleza del lugar mientras pensaba y me imaginaba todos los momentos que había vivido en este lugar.

Fucking vida, fucking Grayson, Fucking todo... sinceramente ya no tenía ganas de vivir, ya que pensaba que mi vida sin Grayson, ya no era vida, pero estaba muy equivocado... aún me quedaba mucho por delante, y aún me enamoraría muchas veces más, y muchas otras sufriría, pero ahora no estaba preparado para asimilar eso.
Estaba tirado en el sillón, comiendo una barra de chocolate, tapado con una manta y mirando una triste película de drama. Apagué el televisor y me devoré lo que quedaba del chocolate. Apoyé mi cara en el cómodo sillón, con la intención de dormir...
Pero los minutos pasaron y yo aún seguía sin poder dormir así que, inquieto como estaba, me fui hacia el baño a cepillarme los dientes y luego de ponerme un abrigo sali a la fría calle. El sol iluminaba débilmente la calle y nada de calor llegaba a mi cuerpo. Me dediqué a caminar un largo rato, tiritando a veces, otras, simplemente caminaba sin pensar.
En eso, llegué al parque, un lindo lugar... caminé por los varios caminos de piedra que tenía y pasé por al lado de la estatua de los guerreros caídos. Rosé con mi mano el frío mármol y luego me dirigí hacia el pasto. Se veía tan tentador, verde y mullido, que decidí sentarme ahí, sólo... sin importarme nada.

Seguí caminando, todo me era distinto y estar sentada no me ayudaba a hacerme relajar. Mi caminata se hacia simple, silenciosa y pensativa. Cruzando por la estatua de los guerreros caídos recordé a Dave, siempre le había tenido admiración a esos guerreros; Siempre había sido interesante en la vida, le gustaba vivir y disfrutar su vida. Aun no entendía como había podido terminar conmigo sabiendo que yo lo amaba con todo el alma, que mi corazón era suyo y aun lo era aunque hace rato no nos veíamos cada vez que pensaba en el mi corazón seguía latiendo a pesar de todas las historia que tenia, por mas que intentaba olvidarlo con algún chico no podía, nadie ocupaba su lugar.
Seguí caminando y vi a un chico sentado en el pasto parecía estar mal, estar triste, y andaba demasiado abrigado. Eso me recordaba mas a Dave, cada vez que estaba mal se cubría con miles de mantas pero bueno eso era algo que no podía olvidar con facilidad. Me acerque a hacer algo de amistad. –Hola..- le dije suavemente mirándolo de espaldas acercándome lentamente a el pero sin tocarlo aun.

Miraba al atardecer.. se veía tan lindo... estaba de un extraño naranja, pero las nubes parecían de color violeta, mientras que el sol se ocultaba en las copas de los árboles, dándo su último reflejo a cada una de las cosas que había en el parque... me hacía acordar a las tardes pasadas con Bri... mi ex novia... tan linda, pero a veces tan ingenua y fría. Sin embargo la había querido, muchísimo... pero al parecer el hacerme bisexual hizo que aumente mis gustos masculinos y eso abría más las posibilidades de que pudiera serle infiel... ahora no sólo con una mujer, sino que con un hombre... fue por eso que la dejé, no quería hacerla sufrir más...
Sentí que alguien caminaba por detrás mío y que me saludaba... personalmente no tenía ganas de darme vuelta ni de moverme de donde estaba, así que me limité a encerrarme más aún en las mantas que había traído en una mochila y que ahora me había hechado encima. Le contesté de espaldas

-Hola...- Dije mirando el atardecer, y refregandome las manos por debajo de las mantas, pensando en Grayson y en Bri... mi vida apestaba y eso no lo podría mejorar nadie... o ¿Tal vez si?

Escuche que me respondía eso podía llegar a ser un buen paso, me acerque poniéndome a su lado y lo mire, me quede helada sin poder decir nada. Por un momento mi corazón volvió a latir con fuerza. Era Dave y estaba mal, no podía ser que le pasaba, que le habían hecho este no era mi Dave, el que me dejo pero siempre feliz, alegre de la vida y con ganas de correr por el pasto, acostarse a admirar el atardecer con una sonrisa que iluminaba todo mi ser. –Dave..- susurre suavemente no sabia si me había escuchado, no sabia si sentarme, si irme y dejarlo solo. No sabia que hacer mi mente me estaba jugando de una forma traicionera aunque también estaba mi corazón.
Suspire quizás me arrepentiría pero bueno lo hecho, hecho esta. Me senté a su lado y lo mire fijamente, seguía tan hermoso como la ultima vez que lo vi. Mire al frente y abrace a mis piernas mientras le hablaba –Que te sucede?...- le pregunte mirándolo. Sabia que me dolía esto mas que otra cosa, verlo así, mal, triste, me lastimaba mas que cualquier otra cosa.

Senti como la persona que me había hablado se acercaba lentamente hacia a mi y giré sólo un poco mi cabeza para poder observar quien era. Se me heló la piel al igual que mi corazón dejó de latir por unos segundos y mi mente quedó en blanco. La persona que estaba ahí era Brianna. Oí como su suave y reconocible voz decía mi nombre, pero no respondí, sólo abri mi boca unos centimetros, muy sorprendido, sin dejar de mirarla. Olfatée el aire y su hermoso perfume me llegó hasta la nariz, embriagándome de dulsor, como hacía siempre, ese perfúme me encantaba, a ella no tanto, pero se lo había comprado por mi en otro tiempo...

-Little doll- Le dije sin dejar de mirarla, en un susurro... Little Doll... era el sobrenombre que le había puesto cuando eramos pareja... a ella le encantaba que yo le dijera así y a mi me encantaba decírselo, así que esta vez no sería la excepción. Observé como se sentaba a mi lado, y sin pensarlo dos veces, abri la manta para que ella pudiera taparse un poco, lo que me obligó a acercarme un poco más a ella, para que la manta alcanzara para los dos. Apoyé mi cabeza en mis rodillas y miré a los árboles de al rededor. -Mi pareja... me engañó- logré articular, y sorprendiéndome a mi mismo, sin derramar ni una sola lágrima, de hecho, ningún sentimiento recorría mi mente en ese momento, nada...

Lo mire y el estaba tan sorprendido como. Yo no podía creer como me había llamado, durante tanto tiempo no escuchaba ese apodo tan dulce de sus labios, tanto que me encantaba que me lo digiera.. Aunque bueno respire aire y pude sentir que tenia el perfume que a el le gustaba, siempre me lo ponía era una forma de recordarlo, a muchos no le gustaba como a el. Es mas si me lo había comprado era por el. Volví a respirar cuando se acerco a mi y su perfume me embriago hasta el rincón mas profundo de mi ser. Deje que me cubriera por la manta y le sonreí mirándolo. Suavemente levante mi mano acariciando su cabello al ver como estaba. Cuando me dijo lo de su novio sentí como mi corazón se achicaba al escucharlo decir que su novio lo había engañado. Al parecer ni siquiera un hombre lo había podido amar como yo lo había hecho y lo seguía haciendo. Lo abrace por instinto siempre lo hacia cuando el estaba mal, suspire suavemente apoyando mi mentón sobre su cabeza acariciando su brazo con una de mis manos y con la otra su cabello; Cerré mis ojos y lentamente abrí mis labios. –Lo siento Dave…- susurre suavemente con voz dulce sin querer lastimarlo mas. Me dolía que lo lastimaran ni yo me había atrevido a hacerlo.

Sonreí y me empequeñecí dentro de la manta, y sentí como acariciaba mi cabello, me encantaba tanto que lo hiciera, cuando eramos novios lo hacía todo el tiempo y era algo que yo adoraba y ella lo sabía. Hice una mueca cuando vi su rostro, al contarle que las cosas con mi novio habían terminado y para mal supuse que no le gustaría oir que laguien me había lastimado y menos oir que yo había estado en una relación.

-Lo siento-

Me dejé abrazar por ella y la tomé por la cintura como en los viejos tiempos, mientras ella acariciaba lentamente mi brazo y yo acurrucaba mi cabeza en su hombro, embriagándome de su perfume y aferrándome a la única persona de afecto que tenía en este momento, mi ex novia...

Sabia que le gustaba que le acaricie el cabello, cuando eramos novio lo hacia constantemente. Lo abrace hacia mi al sentir como tomaba mi cintura y se acurrucaba hacia mi, escondiendo su rostro en mi hombro. -Tu no tienes nada que sentir.. Las cosas pasan por algo y se que todo esto pasara pronto, eres fuerte amor- le susurre solo para que el me escuche. Al caer en cuenta que le había dicho amor, cerré mis labios apretándolos mientras cerraba mis ojos
-Lo siento no quise- susurre. Sabia viajado un momento en el tiempo. suspire suavemente y lo seguí acariciando sin decir nada mas, no quería empeorarlo a el y mucho menos herirlo mas ahora.

-Lo se... se que pasará, pero quiero que pase... ya- Le dije mientras escuchaba que me decía amor y luego se quedaba sin hablar... sinceramente no me había molestado que me llamara de aquella manera, sino que me encantaba que lo hubiera hecho y por mi, que lo siguiera haciendo todo el tiempo que ella quisiera...
No tenía ganas de levantar mi rostro de su hombro, así que le di un tierno beso en su cuello y le susurré al oído

-No te disculpes, no me molesta que me hayas llamado así... al contrario, me agrada- Le dije sin separarme ni un centímetro de ella -Quiero un helado- Dije con voz de nene caprichoso, mientras con mis ojos rondaba al rededor a ver si veía alguna heladería

-Pero hablaste con el? No tiene arreglo?- Le pregunte, no quería escuchar que si se podían arreglar y que pues podía haber una oportunidad mas. Quizás me dolería escucharlo pero por el hacia el esfuerzo y me armaba de valor y me llenaba de fuerzas solo para escucharlo. Cuando dijo que no le molestaba que le dijera amor sonreí besando su cabello. Sentí que beso mi cuello y reí suavemente, en otro momento quizás hasta hubiera sentido otra cosa, pero ahora estaba tan relajada a su lado que me había dado cosquillas, pero me gustaba.

-Mmm a ver veamos, mi niño hermoso quiere un helado y vamos a ir por uno.- dije sonriendole, mire hacia los lados y recordé que había visto un puesto de helados. -yo se donde hay un puesto de helados. Vamos?- le pregunte acariciando su cuello suavemente con la yema de mis dedos mientras esperaba a su respuesta.