Coming out of practice {Angelique}

-Malditas prácticas - Susurre en lo que hacíamos calentamiento las chicas y yo; el estar ya un poco desintoxicada de tanta droga y alcohol que le metía a mi organismo, estaba algo cansada todos los días. Lo único que me hacía estar bien era el apoyo incondicional que tenía de mi primo, sonreí escuchando las ordenes que daba Naya y las demás; la nueva rutina estaba mas complicada que antes.

La práctica de hoy era en el campo, al mismo tiempo que los chicos de fútbol, sonreí mordiendo mi labio, mis ojos se centraron en un jugador en especifico. Paso la hora de ensayo y mejor nos sentamos en el césped a estirar un poco los músculos, tome aire para relajarme, girando mi rostro a un lado en donde volví a ver a aquel chico de minutos antes. Las chicas se levantaron y se fueron a cambiar, yo me quede sentada aún con los estiramientos.

Sonreí coqueta mientras el me escaneaba de arriba a abajo, ya era de costumbre que los chicos me miraran de esa forma. No me incomodaba, al contrario, me hacía sentir halagada, notaban las curvas tan bien trabajadas que tenía.
Escuche su nombre y su posición en el equipo no era de esperarse, desde que lo había visto en la cancha supuse que era un jugador muy importante en el equipo.
-Mucho gusto, Paris. Te llama como la capital de mi país natal
Asentí, al hablar ya no se notaba tanto mi acento francés, había trabajando tanto en modificarlo y por fin notaba los resultados. Su sonrisa me cautivaba tanto, que hizo que me perdiera mirando sus ojos de color.
-Por mi no habrá problema en que me mires a cada rato, por mi mejor - Comente de una forma sumamente coqueta y provocativa a la vez.

Asentí con la cabeza al escucharlo - Así es, soy Francesa - Lo mire sin dejar de observar sus ojos con sumo interes, el gesticulo un "Me gusta eso" mordí mi labio cuando dijo eso, seguido de que su dedo rozaba mi mejilla, provocando que sintiera la textura de su dedo.
Lleve mi mano a su pecho para responder a su pregunta - Puedes ver, tocar y ... - Acerqué mi rostro al suyo - ... y hacer todo lo que gustes - Sonreí sin alejarme de su rostro - Tienes todo mi permiso.

El chico tomo muy en serio lo que le había dicho, sonreí, sintiendo sus manos en mi espalda, me acomode acercando mi cuerpo un poco mas a el.
Asentí con la cabeza al escucharlo, de seguro no me había creído, así que no vendría mal afirmarlo de nuevo - Así es ... Todo lo que gustes - Enfaticé el todo, sintiendo su beso en la comisura de mis labios; a pesar de haber sido un beso corto y rápido, provoco que quisiera probar mas de aquello. Sus brazo no dejaban de rodear mi cintura, lleve mis manos sobre sus hombros, entre lazando mis dedos detrás de su nuca - Llegué por cosas del destino; mi único primo vive en esta ciudad y yo quería verlo, pasar mas tiempo con el ya que es como mi hermano. Me gusto la vida que llevan aquí y decidí quedarme - Dije mirando sus ojos, empezando a formular ciento de imagenes en mi cabeza - ... y ahora veo que no me equivoque en mi decisión.

-Se las daré cuando regrese a casa - Si es que regreso hoy pensé asintiendo con la cabeza,sus ojos me hipnotizaban, el color era inigualable, y esa mirada tan dura que tenía, llamaban mas mi atención. Su voz era varonil como me gustaba, tome aire lentamente, notando en donde se encontraba su vista ahora, sonreí escuchándolo preguntar si conocía a otro deportista a parte de el; iba a negar pero e eso recordé a Dean, lo miré y negué - No que yo recuerde, tengo a tantos conocidos que ya no se quien es quien y mucho menos en que andan - Comente - Eso si, ninguno ah sido tan atractivo como tu - Sonreí notando su acercamiento para depositar otro beso pequeño y lento en mi comisura de los labios, me tentaba tanto, si no proba directamente sus labios llegaría a la locura.

Que chico tan mas arrogante me había topado, me recordaba a Gray que solía ser como el, la única diferencia era su sexualidad; desde lejos podía saberse que Paris era hetero y no homo o bi como la mayoría de los chicos, se notaba en su hablar, en su forma de moverse y sobre todo en la postura tan recta y varonil.

El chico volvió a acercar su rostro al mío, solo que sin besar la comisura de mis labios, en lugar de eso tomo mi labio con una leve mordida jalándolo hacia el. Estaba entendiendo su juego, quería jugar, juego tendría. Sin pensarlo dos veces lleve mi mano cercaba del resorte de su pantalón de entrenamiento estirándolo y jugando con el, ignorando por completo que nos encontrábamos en la cancha de fútbol, y que podrían estar viéndonos cientos de alumnos.

El chico, Paris, no reacciono mal ante mis juegos al contrario, parecía que le había gustado que jugará como el o hasta mas elevado de tono sin importar el sitio. Si alguna de las chicas aparecía por el sitio, las ignoraría, estaba bastante ocupada como para interesarme en "ñoñerías". Escuche su pregunta y me aleje solo unos centímetros de el para mirarlo - ¿Si nos ven, quienes? - Pregunte, aunque no estaría mal ir a un sitio mas solitario, por si llegaba a ocurrir mas que unos simples juegos.

Paris, prefirió ir sobre mi cuello besándolo suavemente, eso me estaba prendiendo mas; el cuello era uno de mis puntos débiles, me derretía al instante perdiendo rápidamente la cordura. No debía mostrar esa cara frente a el, debía tranquilizar mis sentidos, no quería verme débil frente a el.

Su "vamos" me hizo reaccionar, así que camine detrás de el tomada de su mano, no sabía a donde me llevaría o bueno ... si, lo intuía. El lugar no me preocupaba tanto, pero a decir verdad a ninguno de los 2 nos convenía que nos vieran así, si no queríamos decir Bye Bye! a nuestros respectivos clubes.

El lugar que intuía era el mismo, detrás de las gradas - Hasta ahora vas bien, Paris - sonreí notando la rudeza con la que me tomaba en sus brazos tire un poco mi cabeza hacía atrás para darle mas acceso a sus besos acompañados de suaves mordidas en mi cuello. Rodee de nuevo con mis manos su cuello, disfrutando del momento en compañía del chico.

Me deje llevar por lo que ocurría en ese momento detrás de las gradas, era de milagro que estuviera tan bien cuidado ese lado de las gradas y que entre clases o entrenamientos no estuviera tan habitado el lugar.
Sus labios iban bajando mas y mas aprovechando que ya no tenía mi blusa de porristas, solo me quedaba mi sostén, junto con mi falda y mis panties. Con un movimiento de manos pego mi cuerpo mas a el sin dejar distancia entre nuestros cuerpos. Por fin lo que mas había deseado esos minutos de conocerlo se había cumplido, nuestros labios se fundieron en un beso lento apasionado, el cual me encanto y sin separarme de el disfrutando del contacto de sus manos en mi espalda, aproveche para acariciar con una mano su costado izquierdo y con la otra jugar con su cabello enredándolo entre mis dedos.

Mi mano seguía jugando con su cabello para pegar mas su rostro al mío din separar nuestros labios que se fundían mas y mas disfrutando los unos a los otros.
Sus manos no dejaban de tocar mi espalda hasta llegar a mi cadera para irme despojando poco a poco de mi falda de porrista quedando casi desnuda frente a el. Algo que no me esperaba sucedió, separo sus carnosos y encantadores labios de los míos para formar una sonrisa la cual me cautivaba cada vez que la veía.Llevo sus labios directo a mi cuello, dios! ¿Ya sabía que ese era mi punto débil? suspire, llevando mis manos de nuevo al resorte de su pantalón para bajarlo poco a poco. Sus manos de nuevo se entretenían acariciando mi abdomen de una forma realmente provocativa.

Sus labios se movían de lugar de una manera tan provocativa, que hacía que sientos de sensaciones pasaran desde mi dedo gordo del pie hasta la punta de mi último cabello. El muy amable me ayudo a despojarlo de su pantalón; mordí mi labio al verlo con su boxer de lycra pegado a su cuerpo, dando a relucir sus piernas tan marcadas.
El bajo de mis hombros a mi pecho recorriendolo con besos sin parar hasta llegar a mis piernas, los besos eran acompañados de mordidas leves, sonreí complacida, llevando mis manos a su cabello para revolotearlo de una forma divertida.